¿El ahorro en cuentas bancarias produce ganancias financieras?
Lo primero que hay que responder es si el ahorro, a través de las cuentas bancarias, tiene la capacidad de producir ganancias. De hecho sí. Es común que este tipo de producto aplique intereses al saldo en cuenta. Estos, por lo general, son acreditados a la cuenta en períodos de seis meses.
Sin embargo, estos intereses no son representativos. Por lo general giran entre un 2% y 4% anual, y éste último para cuentas de ahorro especiales. Por lo que la media queda en 2% durante todo el año, y es sobre la base del saldo actual. Es decir, si llega a acumular un monto de $100 durante doce meses teniendo poca o ninguna variación, al final de ese período tendrá, aproximadamente, un total de $102, lo cual no suena muy apetecible.
Pero, por otro lado, es importante resaltar que esto no es algo acumulativo, es decir, si al momento de aplicar los intereses la cuenta está en cero, entonces no genera beneficios. Por lo tanto, esperar genera ganancias financieras satisfactorias a través de lo que genera de las cuentas de ahorro, puede no ser la movida adecuada.
Además, el objetivo de la cuenta de ahorro no es generar beneficios, sino ahorrar. Por lo tanto, esperar satisfacer necesidades mayores no es una perspectiva sabia.
¿Cómo hacer que el ahorro produzca ganancias financieras?
Tomando en consideración la tasa de retorno baja que ofrecen las cuentas de ahorro, la pregunta que surge es ¿Cómo hacer que el ahorro realmente genere ganancias? Y la respuesta es simple: Inversiones.
Las inversiones son la manera idónea en que las personas pueden convertir el fondo que han creado en una fuente de beneficios, que luego se puede tornar en toda una manera de vivir. De hecho, existen personas que han logrado desvincularse del empleo y vivir de aquello que inicialmente fue el ahorro de varios años y ahora se su fuente de capital para las inversiones que lleva a cabo.
En ese sentido, nos interesa proveer algunas claves de relevancia para hacer que el ahorro se convierta en una fuente de ganancias financieras
Clave No. 1: Establezca montos de inversión
Una de las cosas más básicas, pero que por lo general no se toma en cuenta a la hora de invertir, es el monto para ello. De hecho, las personas toman como punto de referencia la tasa de retorno de la inversión; y eso no es el único elemento de relevancia a la hora de tomar una decisión. Existen otros que inciden de manera directa, como el tiempo y el riesgo; no obstante el monto es clave.
La razón de ser de esto es que el monto plantea una suma específica y, en caso de que las cosas no salgan como se esperaba, una pérdida específica también. En otras palabras, si la persona toma la decisión de emprender un proyecto de inversión y define un monto específico entonces ya sabe que ese dinero se va a destinar para eso y que, sea que satisfaga las expectativas o no, no se va a recurrir a otras fuentes; al menos de manera inicial, para solventar dicha inversión. Porque cuando se hace esto, por lo general, se están cometiendo desbalances en la gestión financiera, y eso puede tener repercusiones negativas lamentables.
Clave No. 2: Identifique el tipo de inversión que quiere hacer
Luego de establecer el monto que va a destinar para la inversión la segunda clave es identificar el tipo de inversión que se quiere hacer.
En el mercado existen diferentes opciones para invertir. Está el mercado de valores, las instituciones financieras, proyectos empresariales de terceros, etc, y dentro de cada una de ellas, varios instrumentos o formas de hacerlo. En este tema lo primordial es identificar el nivel de riesgo y la intención de la inversión.
Es decir, no es lo mismo invertir a los 20s que a los 60s años de edad. Tanto la intención como el riesgo varían, por lo tanto, saber el tipo de inversión que se quiere hacer es determinante, porque con cada mercado y con cada instrumento se genera una realidad distinta y varía el abordaje que se tenga del capital disponible.
Clave No. 3: Defina tiempos y expectativas
La tercera clave es de suma importancia, porque tiene que ver con la persona y lo que espera dentro de tiempo que invierte.
Definir los tiempos y expectativas permiten a la persona enmarcar la inversión. Aunque es importante reconocer que no todos los instrumentos tienen el mismo abordaje, independientemente de esto, plantearse tiempos y expectativas es parte de la salud financiera. En ella se parametriza dos puntos claves: qué quiero y cuánto estoy dispuesto a esperar.
En ese sentido, si la inversión está enfocada en engrosar las arcas personales, es decir, acumular riqueza, entonces serán rangos a largo plazo, y con rentabilidades tendientes al alza. En el caso contrario, si es para generar liquidez rápida y sostenimiento inmediato, entonces la opción puede ser a corto plazo.
Esta regla no es estricta, ya que va a depender del tipo de instrumento que se utilice, por ejemplo, no es lo mismo tener un certificado financiero a largo plazo que a corto plazo, o si este es o no capitalizable. Lo importante es tener claro que a mayor tiempo se enfoca en engrosar, mientras que a menor tiempo en liquidez.
Conclusión
El ahorro tiene la capacidad de convertirse en una fuente de generación de ganancias. Para ello es clave establecer los montos de inversión, el tipo de inversión que se va hacer y el plazo y expectativas para el mismo.
Por lo que si esta entrada sobre cómo hacer que el ahorro produzca ganancias financieras le ha sido de utilidad le invitamos a que comente y comparta. Sus aportes y opiniones son de gran importancia en esta comunidad y enriquecen el debate. Y si le interesa profundizar en el tema, le sugerimos adquirir el libro Invertir tus ahorros y multiplicar tu dinero para dummies escrito por Angel Faustino haciendo clic en la imagen más abajo.